Dieta Anti-inflamatoria

La dieta anti-inflamatoria es una forma de luchar contra la inflamación causada por el consumo de alimentos ricos en toxinas y sustancias pro-inflamatorias. En el caso de exposición exagerada y constante a estos compuestos, podemos desencadenar un proceso inflamatorio y, si no tratado, el caso puede tornarse crónico y, a largo plazo, predisponer a diversas enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, alteración de colesterol y triglicéridos, la obesidad, la artritis, entre otras.

Normalmente nuestro cuerpo reaccionará desencadenando la señalización de marcadores inflamatorios cuando se consumen productos industrializados llenos de aditivos o proteínas que no tenemos capacidad de digerir. Estos componentes no son reconocidos como alimentos por nuestro cuerpo y entonces, en respuesta, nuestro cuerpo intenta defenderse generando respuesta inflamatoria.

Entonces, para combatir la acción de esas toxinas, nuestro cuerpo dispara una alerta a los glóbulos blancos de la sangre (leucocitos) para que ellos defiendan el organismo de esos agentes, buscando reparar eventuales pérdidas y daños.

La acción de estas toxinas y el esfuerzo que el cuerpo hace para eliminarlas deja muchas marcas – cansancio, dolor de cabeza, enrojecimiento y dolores musculares son algunos de los síntomas. Todo esto son señales de que ciertos alimentos están haciendo mal la salud.

¿Qué es la dieta anti-inflamatoria?

La dieta anti-inflamatoria es una alternativa para aquellos que quieren luchar contra la inflamación en el cuerpo de forma natural. Se trata de consumir alimentos con propiedades anti-inflamatorias, a fin de restablecer el equilibrio y las defensas naturales del cuerpo sin el uso de medicamentos.

Esta dieta actúa también en la prevención de algunas enfermedades como:

  • cáncer
  • diabetes
  • dislipidemia
  • Problemas cardíacos
  • Artritis reumatoide
  • Además, la dieta anti-inflamatoria promueve el bienestar general del organismo.

Los alimentos adoptado esta dieta tienen sustancias que pueden aumentar la liberación de hormonas que inhiben o incluso bloquear la acción de agentes inflamatorios. Esta desintoxicación del organismo mejora el funcionamiento del cuerpo, aliviando y previniendo los síntomas de inflamación.

Beneficios de la dieta anti-inflamatoria

  • La alimentación anti-inflamatoria alivia y previene:
  • Cansancio excesivo
  • Dolores de cabeza
  • hinchazones
  • rojez
  • Lesiones en los vasos sanguíneos
  • Dolores en las articulaciones y los músculos

Además, aumenta la inmunidad, previene los resfriados y la gripe, y ayuda a controlar el peso.

También contribuye a la reducción de LDL (colesterol malo) y aumento del colesterol HDL (colesterol bueno), mejora los niveles de glucosa en la sangre reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes, la depresión, el cáncer, entre otras enfermedades.

Alimentos que causan inflamación en el cuerpo

Los alimentos que causan inflamación del cuerpo y que deben ser evitados o consumidos con moderación, son:

  • Productos industrializados: debido a las sustancias químicas, colorantes, conservantes, aromatizantes y saborizantes contenidos en su fabricación
  • Alimentos ricos en omega-6: como los aceites vegetales de soja, de algodón, de maíz, de canola y de girasol
  • Cereales refinados: panes, pastas, arroz blanco, galletas en general, trigo, másena, fubá
  • Carnes: porcinas y bovinas con mucha grasa
  • Embutidos: salchicha, salchichas, bacon, salami, mortadela y conservas con sal
  • Leche y derivados integrales: quesos amarillos, requesón, crema de leche y mantequilla en exceso
  • refrescos, alcohol, azúcares, dulces y alimentos fritos.

Mejores alimentos para la dieta anti-inflamatoria

  • Peces: salmón, atún, arenque, sardina, caballa
  • Oleaginosas: castañas, nueces, almendras, chia, linaza, frijoles, guisantes
  • En el caso de que se produzca un aumento de la producción de azúcar en la leche materna, se debe tener en cuenta que,
  • Aceites: aceite de oliva extra virgen
  • Frutas: limón, kiwi, fresa, uva, manzana, papaya y naranja
  • Legumbres y vegetales: jengibre, coliflor, nabo, rábano, repollo, zanahoria, calabaza, espinaca, rúcula, brócoli, berro, escarola y coles
  • Té de hierbas: té verde, té de romero, té de jengibre, té de hinojo dulce
  • Ácidos grasos monoinsaturados (omega 9): aceitunas, aguacate, castañas, nueces
  • Jengibre: rico en vitaminas C, B6 (piridoxina) y con acción bactericida, auxilia en el fortalecimiento del sistema inmunológico
  • En la mayoría de los casos, la mayoría de las personas que sufren de la enfermedad de Alzheimer o de la gripe porcina.
  • Ajo y cebolla: ambos poseen gran cantidad de antioxidantes (quercetina y rutina) y antiinflamatorios.

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